martes, 16 de noviembre de 2010

 SE PRESENTO LA “JUVENTUD SECUNDARIA                     PERONISTA”


Fernando Giampieri y Facundo Martínez referentes de Casa Peronista junto a estudiantes de los colegios Comercial; Normal; Nacional; O´Brien; Irala y Mechita.
Se formo dentro de la Casa Peronista-Partido Justicialista
Bragado. 16 Noviembre 2010. Desde Casa Peronista se lanzo un nuevo proyecto, “a través del cual buscamos darle participación a un sector de jóvenes pocas veces escuchado” señalaron los jóvenes de este sector interno peronista.
“Estamos muy contentos y orgullosos, de que jóvenes pertenecientes a los colegios secundarios de Bragado y los cuarteles, quieran tener participación en la política y sobre todo en este Modelo Nacional al que acompañamos junto al Dip. Darío Duretti” agregaron.
En tal sentido es que se decidió formar este grupo de la Juventud Secundaria, para brindar ese espacio donde puedan expresarse acercando sus inquietudes que hacen a la vida de los jóvenes.
Cada colegio contara con sus propios representantes y todas las semanas se reunirán para concretar puntos de apoyo en común, debatir sobre distintas problemáticas y realizando actividades conjuntas.
“El camino a recorrer no es fácil y hay mucho por hacer; pero estamos comprometidos en este proyecto, el cual nos acercara a los distintos colegios de nuestra ciudad” concluyeron. 

Fuente de informacion : El pulso de la ciudad  

Juan Doffo inaugura el Museo de Artes Visuales de Mechita


Juan Doffo inaugura el Museo de Artes Visuales de Mechita
 Juan Doffo inaugura el Museo de Artes Visuales de Mechita con una colección que reúne trabajos de los principales artistas contemporáneos del país. El próximo 28 de noviembre a las 17:30 se inaugura el Museo de Artes Visuales de Mechita, un proyecto que impulsó Juan Doffo. La sala va a exhibir una notable colección de obras de prestigiosos artistas contemporáneos argentinos que han realizado sus trabajos inspirados en distintos aspectos del pueblo, lo que transforma al Museo en un lugar con características diferentes a otras salas.

Se anticipa que en la inauguración van a estar presentes los artistas que donaron sus obras, personalidades de la cultura nacional y los empresarios que acompañaron el proyecto desde un comienzo.

En el año 2006, con motivo de conmemorase el Centenario de Mechita, el escultor Hernán Dompé hizo una obra con rezagos del ferrocarril. A él se plegaron otros artistas que también hicieron obras en el pueblo que se fueron sumando a la colección que se va a exhibir desde el 25 de noviembre en el Museo de Artes Visuales de mechita.

Con las obras hechas, se resolvió destinar un espacio para exhibirlas y ese fue el punto de partida para que el proyecto del Museo cobre forma. Hace cuatro años que están trabajando con el aporte del estado y las empresas privadas para terminar esta sala que no sólo será motivo de orgullo para los mechitenses sino la posibilidad de mostrar a una amplia región las obras de los artistas consagrados de las artes visuales nacionales.

Hay más de 40 artistas que convocados por Juan Doffo han donado sus obras realizadas en el ámbito de Mechita, inspirados en el contexto del pueblo.

Cuánta basura antes de encontrar lo sublime

Cuánta basura antes de encontrar lo sublime
Por Orlando Barone  Ellas | Malas | Viudas | Impotencias | Trapitos

“Después de Kirchner, nada va a volver a ser como antes”

“Después de Kirchner, nada va a volver a ser como antes”
Por Manuel Barrientos Daniel Tognetti reflexiona acerca del escenario político posterior a la muerte del ex presidente y sobre la irrupción de los jóvenes y el impacto de las redes sociales



 
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Decidí hacer públicas mis posiciones como comunicador porque sentí que los últimos años representan un momento muy importante para la historia argentina”, señala el periodista Daniel Tognetti sobre la necesidad de dar cuenta de su mirada sobre los asuntos políticos. El conductor del programa Duro de domar, que se emite de lunes a viernes por Canal 9, sostiene que “la pelea entre el Gobierno y las entidades agropecuarias por la 125 fue un período de inflexión muy grande, porque interpreté que los sectores más reaccionarios de la política argentina estaban en la vereda de enfrente”. En ese sentido, afirma: “Mis modelos de comunicadores eran los de aquellos que habían hecho públicas sus posiciones. No creo en el periodismo independiente”. En la entrevista con Debate, Tognetti repasa su vinculación con la política desde su adolescencia, la despolitización que vivió su generación durante los años noventa e indica que “la presidencia de Néstor Kirchner marca la vuelta de la centralidad de la política como un espacio importante de transformación social”. El periodista, que también conduce ciclo radial El último de la fila (lunes a viernes de 10 a 12 por FM Nacional Rock 93.7), analiza el impacto de las redes digitales en la comunicación política y considera que Twitter “es la aristocracia del 2.0 porque hoy está integrado por formadores de opinión, por tipos que imponen su opinión en una reunión de amigos, que quieren dar a conocer su punto de vista y están prestos al debate”.Tognetti asegura que no se sorprendió con la irrupción masiva de jóvenes en la Plaza de Mayo durante las jornadas posteriores al fallecimiento de Néstor Kirchner: “Es un fenómeno que se viene dando hace tiempo. La muerte de Kirchner lo que hizo fue acelerar su exposición, su visibilidad y su crecimiento. Pero no creo que los jóvenes se hayan hecho kirchneristas de golpe. A partir de la muerte de cualquier personalidad, el primer camino que se abre es el de revisitar su obra. Y Kirchner fue, desde mi mirada y la de mucha gente más, el mejor presidente de los últimos cincuenta años en la Argentina”.
¿Qué ejes de la gestión de Kirchner lo impulsan a realizar esa consideración? En primer lugar, hay que analizar las condiciones en las cuales accedió al gobierno y la situación que vive hoy la Argentina. Creo que el kirchnerismo es el primer ciclo que revierte el ciclo iniciado con el golpe de Estado de 1976. Hay dos o tres gestos iniciales de su gobierno que reconstituyeron la autoridad presidencial, sobre todo después del gobierno de Fernando de la Rúa y la crisis de 2001, donde se generó la sensación de que la política no gobernaba en este país. Kirchner recuperó la idea de la política como una herramienta válida, a la política como una posibilidad de que la sociedad se organice detrás de determinados intereses.
¿Cuáles son esas decisiones de Kirchner que contribuyeron a reconstruir la autoridad de la política?La asunción de Kirchner como presidente marca la vuelta de la centralidad de la política como un espacio importante de transformación social. Kirchner hace gestos definitivamente transgresores, tanto en su relación con las corporaciones como en su decisión de no reprimir la protesta social. Y genera un antes y un después con su gobierno, con su política de derechos humanos, con su política exterior. Hay que recordar que veníamos del fracaso y la frustración de Raúl Alfonsín, del menemismo de los años noventa y de la presidencia de De la Rúa. Con Kirchner muchos jóvenes se vieron por primera vez en la posibilidad de participar en la política; algo que ya se venía observando en las distintas movilizaciones, como las de la ley de medios y del matrimonio igualitario, por ejemplo. Desde los primeros años del gobierno de Alfonsín que no había nadie que, desde el poder político, pudiera interpelar así a la juventud.
¿Qué representó para usted la llegada de Kirchner a la presidencia?Como ciudadano, para mí Kirchner fue una sorpresa. Lo entrevisté tres veces, primero cuando era candidato, luego como presidente electo y la tercera, ya en ejercicio. Siempre me pareció un tipo muy común. Pero lo que me sorprendió fue que decía que iba a hacer ciertas cosas cuando fuera presidente y las terminó haciendo. Había sacado sólo el 22 por ciento de los votos y tenía una legitimidad muy recortada. Sin embargo, fue construyendo su legitimidad en el propio ejercicio del poder, tomando banderas que no le eran propias. Ahí está la gran destreza política de Kirchner y por eso era tan completo. Era un táctico, porque entendía cómo construir poder por abajo y cómo acumularlo. Pero a la vez era un estratégico, porque sabía cómo jugar con ese poder en función de sus objetivos. Cuando lo entrevisté por primera vez era candidato en 2003.
¿Cuáles son esas demandas que no eran propias y que fue incorporando desde el Gobierno?Si uno piensa, la renovación de la Corte Suprema no era un reclamo de Kirchner, sino del Frepaso durante el menemismo. Pero el presidente la toma como propia y logra llevarla adelante. La ley de medios tampoco estaba en su agenda. Era una demanda que venía de las organizaciones ligadas a la comunicación, pero el peronismo y el resto de los partidos políticos mayoritarios nunca tomaron esa bandera de hacer una buena ley de medios democrática. El matrimonio igualitario era un reclamo de las organizaciones de derechos civiles, y el Partido Socialista era el que más insistía con este tema junto con otros partidos de centroizquierda. Pero el matrimonio igualitario no formaba parte de la plataforma programática de los grandes partidos. Pero Kirchner lo impulsó y logró que la ley se sancionara. Sobre la base de esas banderas, logró que se ensanche su base de sustentación política. Me parece que mostró una enorme astucia política, que es lo que lo hace diferente al resto.
¿Por qué señala que Kirchner marca un punto de inflexión en la política nacional?Nada va a volver a ser como antes después del paso de Kirchner por la política nacional, aun en el caso de que el kirchnerismo no logre seguir en el gobierno. Ya no va a haber un gobierno que se anime a reprimir la protesta social a balazos. Y si lo hace, va a tener a un montón de tipos diciéndole que hubo un gobierno que no lo hizo y en un momento mucho peor, porque cuando asumió Kirchner, en mayo de 2003, había una gran convulsión social.

JÓVENES Y POLÍTICA
¿No lo sorprendió la movilización de los jóvenes luego de la muerte de Kirchner?Hubo tres indicadores claros de ese crecimiento en los últimos meses. La primera movilización fuerte es la que organizaron La Cámpora y otras juventudes con el acto “Néstor le habla a la juventud, la juventud le habla a Néstor” del Luna Park. El segundo dato significativo pasa por las redes sociales, que son una forma anárquica y muy libertaria de participación. En Twitter y en Facebook se hacen análisis políticos muy críticos de la agenda que instalan los grandes medios y se genera nueva información, tanto a través de los blogs y de los comentarios que se pueden llegar a hacer.
¿Y el tercero?
La protesta de los estudiantes secundarios en la ciudad de Buenos Aires, donde hay una puesta en valor de la educación pública como un espacio a ser defendido. En esas protestas se generaron canales de participación muy importantes y surgió con fuerza la idea de que los pibes que van a la escuela secundaria se pueden interesar por lo que pasa en la Ciudad y en el país. Los tres son fenómenos subsidiarios del kirchnerismo.
¿Por qué cree que se produjo ese acercamiento de los jóvenes a la política?Uno se encuentra con personas de 70, 80 años, que hablan de “la época del General Perón”, de la primera vez que se fueron de vacaciones. Creo que dentro de cuarenta años va a pasar lo mismo con Kirchner, se va a recordar esta época como los años felices. Y esa dimensión los jóvenes la registran. No sé por qué se asombran de la militancia juvenil. No hay blogueros PRO, ni neoalfonsinistas. Puede haber uno suelto, apático, aburrido. No hay nadie que tuitee con picardía defendiendo al cobismo. ¿Qué es el cobismo? Nada. Es un escalador. ¿Cuál es el gol contra los ingleses de Cobos? ¿Votar en contra de la 125 y traicionar al gobierno del que forma parte? Eso no puede generar mística en un pibe de 18 años que quiere cambiar su país. ¿Cuál es la mística del macrismo? Ninguna. En cambio, el valor intrínseco del peronismo está en su carácter sentimental. Eso es lo que se percibió en la Plaza durante los días posteriores a la muerte de Kirchner, la vuelta del amor a la política. Y eso es muy importante en la historia argentina.
¿Qué sucede con su generación, que hoy ronda los 40, y vivió su ingreso en la política entre el final del gobierno de Alfonsín y la irrupción del menemismo? Mi identidad política es el peronismo. Nunca creí en Alfonsín, y padecí su gobierno. De todas formas, lo reconozco como un militante, como una persona que definió que no supo, no quiso o no pudo. Tengo un mal recuerdo de su gobierno, aunque considero que tuvo gestos importantes, como su intervención con Nicaragua, El Salvador, la relación con Brasil, la resolución de los conflictos que en ese momento había con Chile. Pero después lo recuerdo como algo muy frustrante. De hecho, yo era adolescente pero simpatizaba con lo que en ese momento era la renovación peronista. Yo voté a Carlos Menem en 1989 porque entendía que era la salida al que yo identificaba como el gobierno del ajuste, que era el de Alfonsín. Me desencanté con Menem muy rápidamente y después fui creyendo en las variantes del estilo socialdemócrata que fueron apareciendo, como el Frente Grande, el Frepaso y la Alianza, que me generaron una enorme frustración como ciudadano.
¿Se produjo una despolitización?Siempre pienso en lo profundo que fue el fracaso de Alfonsín que permitió que, después, la sociedad argentina tolerara diez años del gobierno de Menem. Y cuánto daño produjo esos diez años y medio del gobierno de Menem para que después la sociedad argentina eligiera a Fernando de la Rúa. Así se cayó en una desvalorización de la política, que tuvo su expresión con “el que se vayan todos y que no que quede ni uno solo” de 2001. Sobre esos escombros se construyó el kirchnerismo. Yo trabajé en CQC, que era la cátedra del cinismo, del nihilismo y de la desesperanza. La idea del “son todos iguales y son todos una mierda”. Pero hoy los jóvenes no piensan eso. Los estudios de opinión pública son muy claros y contundentes con relación a este tema. Ojalá nos hubiera pasado eso a nosotros como generación.
¿En los últimos años se quebró ese cinismo hacia la política?Si uno vivió de los 18 a los 25 años durante el kirchnerismo no es un tipo desesperanzado. No siente que, si tiene una familia, su hijo va a estar peor que él. El país que viene es mejor que el que tenemos. Y eso es muy alentador para los jóvenes. Aunque también creo que hay que bajar un cambio.
¿En qué sentido?
Hay que ver si toda esa energía, ese valor simbólico y emocional se transforma en algún tipo de organización política que derive en un caudal electoral. De todas maneras, el kirchnerismo sigue teniendo la iniciativa y sigue siendo el espacio ordenador de la política argentina. Cristina sigue gobernando y los indicadores siguen estando bajo control. La Argentina no está a punto ni de caer en default, ni ante una megadevaluación o ante una crisis social inmanejable. Y la oposición sólo está mirando qué hace el kirchnerismo.
MEDIOS Y NUEVAS TECNOLOGÍAS
¿Cómo analiza la irrupción de Twitter y otras redes sociales en la comunicación política?
Twitter es un ágora, una plaza pública, donde la gente se encuentra y deja trascender su pensamiento. Lo novedoso es que, a través de Twitter, lo virtual se está transformando en real. Hace una semana, había 700 pibes en el local de La Cámpora que habían sido convocados por las redes sociales. Tal vez sólo termine militando el diez por ciento de esos jóvenes, pero no sé cuántos espacios políticos pueden incorporar 70 militantes en una semana. Pero Twitter es la aristocracia del 2.0.
¿Por qué?
Twitter hoy está integrado por formadores de opinión, por tipos que imponen su opinión en una reunión de amigos, que quieren dar a conocer su punto de vista y están prestos al debate. Es una herramienta fabulosa de comunicación política. La ley de matrimonio igualitario, por ejemplo, se debatió muchísimo en Twitter, se generó mucha conciencia y militancia. También pasó algo parecido con el intento de golpe de Estado en Ecuador.
¿Cuál entiende que será el impacto de la implementación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual?Creo que va a tener un impacto muy importante, aunque hay que ver cómo se aplica la ley. El gran desafío que tienen los sectores que creen en el pluralismo de la información es hacer medios que sean profesionales, veraces y entretenidos. Hoy, definitivamente, los medios entraron en la lógica del entretenimiento; el espacio duro de la reflexión sólo ha quedado para ciertas secciones de los diarios, la literatura y lo académico. Si hoy uno hace un canal de noticias tiene que ser entretenido, porque el lugar donde se ve un canal es un bar o en tu casa quince minutos después de llegar cansado a la noche. Pero creo que la otra clave pasa por la soberanía digital.
¿Qué implica la soberanía digital?El concepto de ciudadanía en el futuro va a estar muy ligado a lo digital, a la capacitación, al acceso a la información. En una década, el acceso al mercado laboral y a la educación va a estar vinculado muy fuertemente con lo digital. Así que debería haber una empresa estatal, o mixta, que juegue fuerte en el mundo de las telecomunicaciones digitales. A mediano y largo plazo se tratará de una iniciativa política más profunda y más importante que la regulación de Papel Prensa.